
Tu también con tu perro vuelves niño? | Dogalize
Que levante la mano quien delante de su perro no regresa niño. No hablamos de quien compra un perro como “status”, tampoco e quien acepta un perro porqué lo quizo su pareja, ni tampoco del que “està-bien-el-perro-pero-no-quiero-los-pelos”.
Hablamos de quien quizo el perro escogiendo con el corazòn, reflejandose en esos ojos y decidiendo que no podìa màs no tener ese perro.
Regresar niños, jugar como si no hay mañana, tener una voz rara y divertida, correr con nuestra mascota en la grama mojada. Ser felices con poco, dandonos cuenta que ese “poco” no tiene fìn.
Peter Pan volvìa niños por la eternidad a todos los que querìan jugar con él. Nuestros amigos de 4 patas son justo como Peter Pan, porqué nos hacen descubrìr otra vez ese niño que tenemos adentro y que es la parte màs divertida de nuestra vida, la parte que vé el paseo en el parque/lago/mar como la mejor salida para el fin de semana, que nos hace llorar por poco porqué mañana podemos jugar màs.
La felicidad es la misma de un perro que corre libre en la grama, con ojos de niño: el niño que tenemos adentro, y que es nuestra salvaciòn màs grande.