Areneros para gatos: un elemento importante para la casa
Los areneros para gatos tiene que ser utilizados de manera óptima para que puedan cumplir eficientemente su importante labor. Cualquier elemento que pudiera ocasionar que tu gato ya no lo utilice para hacer sus necesidades podría llevarte a un caos doméstico desagradable. Por lo que en este artículo te recomendamos diversos tipos de areneros y te obsequiaremos varios consejos y tips para que tu gato se familiarice efectivamente con él.
Areneros para gatos: tipos, pros y contras
Los areneros para gatos están divididos en 2 tipos, tu decisión final debe depender de cuál se ajusta mejor a ti y a tu gato:
- Los areneros abiertos: Éstos consisten en cajas o bandejas abiertas y sencillas. Son los más tradicionales debido a que fácilmente tu gato los puede ubicar y utilizar. El hecho de que pueden ver hacia los lados y moverse con facilidad sobre la arena, les puede gustar muchos a algunos de los pequeños felinos. Sin embargo pudiera ocasionarte pequeños problemas si a tu gato le gusta agitar o revolver mucho la arena o debido a que no tapa muy bien los olores.
- Los areneros cerrado: Estos areneros para gatos son más especializados, son una especie de cubículo cerrado con una puerta de entrada. Son un poco más difíciles para que tu gato se acostumbre, aunque puede que a tu gato le guste la intimidad. Son más eficientes para cubrir los olores y evita que se bote la arena o que los desperdicios sean accesibles a niños por ejemplo.
Arenero para gato: consejos para su utilización
Para que tu pequeña mascota no tenga problemas para utilizar el arenero para gato, debes mantenerlos en buenas condiciones para tu gato le agarre confianza. Preséntale el arenero a tu gato, trata de limpiarlo regularmente, revisa que sea suficientemente amplio para que tu gato escarbe a su gusto, no lo pongas cerca de su comida, si lo mueves o lo cambias por otro trata de llevar a cabo un proceso de transición para que tu gato no se confunda y trata de ubicarlo en un lugar tranquilo. También puedes escoger el tipo de arena que más se ajuste a tu gato. El criterio general es que siempre le des la confianza a tu gato para utilizarlo y tratar de no alterar mucho –o por lo menos no bruscamente- su ubicación y sus características.
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