
Gatos bebes: ¿cómo cuidar un gato pequeño?
La llegada de gatos bebes al hogar puede ser una experiencia maravillosa. Sin embargo, para que un gato pequeño cuente con una buena salud, es necesario tener en cuenta que por algunos meses necesitarán de cuidados especiales. El gato pequeño nace en un estado de indefensión que lo hace completamente independiente de su madre. Es por esto que es preciso estar al tanto de todos los detalles que implican el cuidado de mininos.
Gatos bebes: ¿cómo cuidarlo?
El primer paso para los cuidados de un gato peque es saber de dónde proviene. ¿Es un gato de la calle o proviene de un hogar con cuidados? Eso ayudará a saber si requiere atenciones extra. El gato que proviene de la calle requiere una revisión médica veterinaria para conocer el estado de sus ojos, piel y sistema corporal general. Eso ayudará a comprobar si tiene parásitos o garrapatas. El veterinario indicará si es preciso vacunarlo o desparasitarlo, lo cual es casi siempre la regla. En caso de que el gato pequeño provenga de un hogar, los cuidados serán menores, pero no por eso menos importantes.
Gatos bebes en el hogar: ¿qué hacer?
La llegada del gato pequeño a casa hará que tomemos algunas previsiones. Un lecho sanitario (o arena para gatos) será uno de los primeros cuidados. A medida que ganan autonomía, los gatos bebes requerirán un espacio para hacer sus necesidades. Igualmente, es importante que los mininos cuenten con un afilador de uñas. Así aprenderá desde cachorro a limarlas en ese lugar (y no en los muebles).
Alimentación del gato pequeño
Durante las primeras semanas de vida, es importante la alimentación de la leche materna de gata. Luego de un tiempo prudencial (según indique el veterinario) se le podrá dar alimento preparado. Los gatos de la calle que estén recién nacidos requerirán un biberón para poder tomar leche para gatos. Por otro lado, el agua no puede faltar, así que debe haber acceso al agua limpia y fresca para el buen funcionamiento de su sistema urinario.
El gato pequeño en casa
Los gatos bebes suelen ser más juguetones y activos que los adultos. Así que debemos recordar que la paciencia siempre debe estar de nuestro lado. Los encuentros entre un gato pequeño y otra mascota deben ser progresivos, ya que los encuentros bruscos generan problemas mayores. Lo ideal es que un gato adoptado pase algunos días aislados mientras se adapta al nuevo ambiente (y mientras es evaluado por el médico veterinario). Es importante prevenir algunas enfermedades que podría tener.
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