Escribe emotiva carta para despedir a su perro

Escribe emotiva carta para despedir a su perro

Escribe emotiva carta para despedir a su perro

Sin duda alguna, despedir a su perro no fue fácil para Ken Harbaugh, un Juris Doctor que le escribió una carta a su desaparecido can.  Es el mismo sentir que tenemos los que amamos nuestros perro.  Nos cuesta pensar en el hecho de que nos dejarán.

Esto es un sentir normal puesto que crecemos con nuestras mascotas, aprendemos a quererlas y aprendemos junto a ellas.  En esta ocasión, queremos compartirte esta carta escrita al despedir a su perro.

El autor

Ken Harbaugh es graduado de la Facultad de Leyes de Yale.  Fue piloto de la U.S. Navy.  Es un autor cuyos trabajos han aparecido en el Huffington Post, New York Times y NPR.  Es también autor de varios artículos para el sitio web DadvMom.com.

La carta para despedir a su perro 

Esta carta fue originalmente escrita en inglés para el “Fatherly Forum”, una comunidad en línea de padres y personas de influencia.  A continuación la carta escrita por Harbaugh para despedir a su perro:

“Todas las mañanas durante las últimas tres semanas, él me ha despertado a las 4 de la madrugada con el collar colgando, buscando Dios sabe qué. Ha estado hablando con fantasmas últimamente. Se pasea por las esquinas, se queda atrapado y suelta una ladrido ronco.

Me levanto de la cama para darle de comer. A veces come; pero otras veces no lo hace. Respiro profundo y maldigo el sueño que me está evitando tener, pero mi perro tiene 16 años y en lo profundo de mi corazón no puedo enfadarme con él.

Cuando atravesamos el país para mudarnos de casa, hace ya más de un año, estábamos seguros de que a Sombra sólo le quedaban unos meses. Pero sospecho que sabía que todavía lo necesitábamos. Cada noche en esta nueva casa, él instauró un sistema de turnos, durmiendo junto a cada una de las camas de los niños, y finalmente instalándose junto a la nuestra una vez que determinaba que todo estaba bien.

Recibí la llamada de mi esposa alrededor del mediodía. No se levantaba para salir, y uno de sus ojos no se abría. Cuando llegué a casa, todavía respiraba, pero muy poco. Estaba acostado en el lugar donde yo sabía que estaría, en el espacio cubierto de piel al lado de nuestra cama. Cuando me tendí junto a él, apenas se movió. Luego, despacio y con gran esfuerzo, levantó la cabeza y la apoyó en mi brazo. Era más pesada de lo que recuerdo haber sido. Abrió su ojo bueno, miró los míos y soltó un suspiro.

“He terminado”, me dijo. Él nos había instalado en esta nueva casa y se aseguró de que estaríamos bien. Había comprobado todos los rincones y vigilaba todas las noches. Él estaba feliz, sabiendo que había cuidado bien de esta familia durante 16 años. Pero también estaba cansado, y lleno de dolor, me estaba pidiendo que hiciera esto lo más fácil para él.

Le pregunté al veterinario si podía contarle una última historia, el veterinario se sentó en el suelo junto a Sombra y junto a mí, y le expliqué sobre Afganistán y cómo este perro me ayudó a volver a casa. No pude terminar.

Tenia a Sombra en mi regazo y su respiración era más superficial que antes. El veterinario me puso su mano tranquilizadora sobre la mía. “Este es un perro con dolor”, dijo. “Estás haciendo lo correcto.” Le puso una inyección, se enrojeció la vena, y entonces …

Me quedé sentado con Sombra durante mucho tiempo después, mientras su cuerpo perdía lentamente su calidez. Enterré mi cabeza en la piel suave alrededor de su cuello y solté un último grito. “Un perro tan bueno”, fue todo lo que logré decir. Cuando fui a casa, los niños me abrazaron y me preguntaron por el cielo. Les dije que veríamos a Sombra allí, pero no estaba muy seguro.

Son las 4 de la mañana. Estoy recorriendo la casa a solas, desesperado por oír el  sonido del collar de Sombra, pero ahora es un fantasma. Anoche soñé que lo veía a través de un ancho río. Él meneaba la cola y caminaba alegremente, algo que no ha hecho en mucho tiempo. Me preguntaba si él estaba tratando de cruzar hacia mí. Entonces vi su piel, ya mojada por el baño. No volvería. Él estaba allí esperando. Si hay un cielo, nuestros perros son los que nos hacen pasar.”

Definitivamente esta carta para despedir a su perro es muy conmovedora y muy probablemente refleja nuestro propio sentir.

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