Rhodesian Ridgeback: un cazador africano
El Rhodesian Ridgeback, también llamado Perro Crestado Rodesiano, es un gran canino de procedencia sudafricana (antiguamente llamada Rhodesia). Se cree que proviene del cruce entre el perro Hottentot, otros perros cazadores del Cabo Colonia de Sudafrica, perros pioneros de la región y otros traídos de Europa. Es una raza que nace con la combinación de los perros trasladados por los colonizadores europeos y otros originarios de esta región del sur de África. En grandes cantidades era utilizado anteriormente para la caza de leones, por lo que es conocido también como el perro cazador de leones. Fue oficializado como raza en 1927 por The South Africa Kennel Union, mientras que en 1992 fue aprobado por la Federación Cinológica Internacional. Actualmente también es utilizado como perro de compañía y perro de guardia.
Rhodesian Ridgeback: características
El Rhodesian Ridgeback es un perro de gran musculatura y agilidad, tiene una contextura fuerte, sólida y proporcionada. Es un canino de mucha resistencia y rapidez, logra alcanzar las grandes velocidades que se necesitan para la caza en las sabanas africanas. Logra una apariencia ligera y esbelta, con la elegante y firme formación de su cuerpo. Su nombre alude a una cresta que se forma en su espalda siguiendo la línea de la columna, la misma puede tener un ancho de unos 5 centímetros. La altura a la cruz del Rhodesian Ridgeback varía entre los 61 y 69 centímetros, mientras que su peso oscila entre los 32 y 36,5 kilogramo. Los machos suelen ser un poco más altos y pesados que las hembras proporcionalmente. Esta cubierto con un pelaje liso, corto y abundante, el color de su manto varía entre trigo claro y rojizo. Puede tener algunos pelos blancos en los dedos y el pecho.
Rhodesian Ridgeback: carácter
El Rhodeisan Ridgeback es un perro tranquilo, de actitud inteligente y aristocrática. Es una raza leal a sus dueño y desconfiado (pero nada agresivo) con personas desconocidas. Como perro guardián es atento pero sin ser excesivamente ladrador. Mantiene una buena convivencia con todos los miembros de la familia, aunque puede ser de carácter un poco independiente. Con adiestramiento es obediente, preferiblemente el mismo se debe realizar con refuerzos positivos. También es importante su socialización desde cachorros como perros de compañía. Puede llegar a ser un tranquilo compañero del hogar, al igual que un gran e intrépido cazador.
Cuidados
Debido a su gran tamaño y a su capacidad física, el Rhodesian Ridgeback necesita realizar mucho ejercicio diario en espacios abiertos. No se adapta bien a hogares cerrados o entornos urbanos en general, es preferible un entorno rural para esta raza. Se debe evitar una vida excesivamente sedentaria, pues le puede ocasionar efectos negativos tanto para su salud física como mental. Aunque es un perro sano en general, puede sufrir enfermedades comunes entre los caninos, como la displasia de codo y cadera, además de una enfermedad genética de la piel llamada Dermoid Sinus. Al tener un pelaje corto, con un cepillado ocasional es suficiente para su cuidado. La esperanza de vida del Rhodesian Ridgeback se promedia entre lo 12 y 14 años.
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