Mi perro se come la comida del gato
«Mi perro se come la comida del gato». La comida de perro es deliciosa, ¡para los perros, por supuesto! Ahora bien, ¿qué pasa cuando nuestro perro está constantemente tras la búsqueda incesable de la comida del gato? ¿Es esto normal? ¿Qué podemos hacer? Son preguntas que suelen hacerse los dueños de perros ante una conducta que es graciosa, pero algunas veces inquietante. La mejor manera de saber qué pasa con el perro que vive comiendo la rica comida del gato es averiguando.
Mi perro se come la comida del gato: lo que debes saber
Primero, comencemos por averiguar las causas.
- ¿La comida del perro es suficiente? Puede que el alimento que le estás dando a tu perro sea insuficiente y necesite más comida. Si tu perro no come la cantidad adecuada, es muy probable que esté con hambre buena parte del día y no se resista a comer el rico pienso de tu gatito. Revisa la cantidad de comida de tu perro.
- ¿La comida del perro está en buenas condiciones? Es posible que el alimento que le estás dando a tu perro resulte un poco desagradable a su paladar. Debes revisar la fecha de vencimiento del alimento, comprobar la buena textura del pienso y asegurarte que la humedad o el sol no lo han modificado. En otras palabras: revisa la calidad de la comida de tu perro.
- ¿La comida del perro está siendo aburrida? La monotonía también aburre a nuestras mascotas. Darle el mismo pienso al perro puede ser fastidioso. Si se trata de un perro de apetito voraz, lo más probable es que si permanece comiendo la misma comida tediosa todo el tiempo, se sentirá tentado en probar otras comidas. Verifica que haya cierta variedad en las comidas que le das a tu mascota.
Mi perro se come la comida del gato: qué hacer
- Separa las comidas: primero parte por lo más lógico, coloca la comida del perro alejada de la del gato. De ser posible, pon la comida de tu gato en la cocina y la del perro en el jardín, o viceversa.
- Aumenta las porciones: si la comida de tu perro resulta insuficiente luego de que lo hayas verificado, aumenta la cantidad de comida para que no se coma el pienso del gato.
- Refuerzos positivos: cada vez que el perro se coma su comida, elógialo y dale caricias por su buena conducta. Regáñalo con un firme “no” cuando se acerque el plan de glotón a la comida del gato.
- Supervisión veterinaria: si el problema persiste durante un tiempo, lo mejor es acudir al médico veterinario: él podrá descartar si se trata de un problema digestivo o emocional que lo lleva a comerse el pienso del gatito.
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