Lilas
Las lilas son plantas de la familia de los olivos, nativas de Europa. Se trata de una planta muy común en muchos países porque su vistosidad la hace una excelente opción para ornamentar los hogares. En muchos de esos hogares existen perros que corren el riesgo con consumir esta planta de manera accidental. Es importante saber que estas plantas contienen una composición química que las hace particularmente tóxicas para perros. La mejor recomendación para quienes tienen tanto perros como lilas es la prevención y el alejamiento de esta planta del alcance de la mascota.
Lilas: tóxicas para tu mascota
Sí, es cierto que aunque el contacto no parece tener repercusiones en la salud del perro, la ingesta puede producir graves problemas a nivel digestivo, lo que desencadenaría fuertes dolores estomacales. Aparte de vómitos en los perros, temblores y diarrea en los perros. La toxicidad de las lilas es diferente, dependiendo del tipo de planta.
Los tipos de lilas que se conocen tradicionalmente como cuna de Moisés, son compradas normalmente para la decoración del hogar, pero son tóxicas para los perros, ya que al consumirlas pueden sufrir malestar estomacal, depresión y temblores en todo el cuerpo.
Lilas: qué hacer en caso de ingestión
Si tu perro sufre una intoxicación por lilas, lo primero que debes hacer es contactar al médico veterinario. Sigue sus recomendaciones. Intenta relajarlo y observa todos los signos que presente. Recuerda que esta experiencia es desconocida para estos perros y pueden asustarse con facilidad.
Chequea las mucosas de tu perro y toma su temperatura del can. Si tienes la posibilidad de conseguir carbón activado, podrás dárselo para evitar la absorción de la planta en el estómago del perro. La intensidad del malestar podría variar en función de la cantidad de lilas consumida por el perro, por ello intenta mantenerlo calmado y en un sitio tranquilo.
El perro podría necesitar hospitalización o trabajos de emergencia para realizarle lavados estomacales para poder realizar la curación de la intoxicación. Cualquier opción requerirá paciencia y entender el caso que se presenta con la mayor planificación posible. El médico veterinario te guiará en el proceso de curación. Confía en él
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