
Marihuana
La marihuana es una planta de propiedades narcóticas y psicotrópicas. Esta planta posee un componente, el ácido tetrahidrocannabinólico, cuya composición química afecta directamente el sistema nervioso central y el cerebro. Los perros podrían consumir accidentalmente (en algunos casos) esta planta y podrían intoxicarse. Lo ideal es conocer las características de sus efectos para saber cómo actuar en caso de que el consumo se dé. Usualmente el consumo de esta planta produce relajación o apetito. Sin embargo, esta planta también causa efectos secundarios como ansiedad, sequedad bucal, disminución de la capacidad motriz y debilidad general en el perro.
Marihuana: una planta a evitar
Una vez que ha sido consumida, luego de 30 minutos comienza a dar efectos. El peligro de los efectos del consumo de esta planta radica en que pueden llegar a ser graves. Aunque la marihuana en sí no provoque la muerte, los síntomas que provoca en el organismo del perro sí.
Los signos más frecuentes en los perros luego del consumo de esta planta son:
- Temblores
- Salivación excesiva en el perro
- Vómitos en los perros
- Diarrea en los perros
- Dilatación anormal de los ojos los cuales se tornan vidriosos
- Hay dificultad para coordinar el movimiento, con desorientación e hipotermia.
En una intoxicación por marihuana puede producirse bradicardia (latidos del corazón enlentecidos). La frecuencia cardíaca en un perro sano está entre las 80 y las 120 pulsaciones por minuto, tomando en cuenta que las razas pequeñas la tienen más alta y las razas grandes más baja.
Marihuana: ¿qué hacer si tu perro la consume?
Si tu perro sufre una intoxicación por marihuana, lo primero que debes hacer sin vacilación es ponerte en contacto con el médico veterinario. Tras explicarle la situación, sigue sus recomendaciones. En caso de que no hayan pasado más de dos horas del consumo, intenta provocar el vómito a tu perro, De no ser posible, intenta relajarlo y observa todos los signos que presente. Recuerda que esta experiencia es desconocida para estos perros y pueden asustarse con facilidad.
De ser posible, chequea las mucosas de tu perro y toma su temperatura. Si tienes la posibilidad de conseguir carbón activado, podrás dárselo para evitar la absorción de la marihuana en el estómago del perro.
Es importante recordar que al tratarse de una droga fuerte, el perro podría necesitar hospitalización o trabajos de emergencia para realizarle lavados estomacales. Cualquier opción requerirá paciencia y entender el caso que se presenta con la mayor planificación posible. El médico veterinario te guiará en el proceso de curación.
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