Palmera Sagú: planta tóxica para tu perro

Palmera Sagú: planta tóxica para tu perro

Palmera Sagú

Aunque para muchos puede tener un aspecto bello y completamente inofensivo por sus características ornamentales, la palmera sagú representa un enorme peligro para los perros. Su composición sumamente tóxica. Por ello, los dueños de mascotas que posean jardines deben considerar bien el tener una de estas plantas en casa, ya que resultan muy atractivas para los perros. Lo que muchos ignoran es que una o dos de estas semillas puede ser suficiente para terminar con la vida de un perro, según afirman los especialistas. Esto se debe a la potente toxina llamada cicasina que contiene la planta.

No te pierdas nuestras entradas.

Palmera Sagú: toxicidad a tope

Los síntomas del consumo de palmera sagú suelen presentarse 12 horas después del consumo de la planta, Los signos más frecuentes son vómitos en los perros, diarrea en los perros, debilidad generalizada y fuertes convulsiones. Podría presentarse también sangramiento de la nariz y/o en las heces.

Lamentablemente, una de las secuelas que deja el consumo de palmera sagú es la insuficiencia hepática. Sus toxinas son lo suficientemente fuertes como para lesionar de manera permanente el hígado del animal. Los amantes de los jardines, o quienes lleven a sus perros a pasear en sitios de mucha ornamenta floral, deben revisar bien cada detalle en los que su mascota tienda a pararse. Es allí donde podría consumir la planta nociva.

Palmera Sagú: qué hacer tras el consumo

En primero lugar, debes ponerte en contacto con la emergencia veterinaria. El consumo de esta planta requerirá cuidados mayores que impliquen lavados estomacales u hospitalización, por lo que debes contactar al especialista canino cuanto antes.

De ser posible (y si no han pasado más de dos horas del consumo) pueden inducir el vómito en el perro. Puedes usar solución de agua oxigenada al 3% y utilizar una jeringuilla infantil para darle la  solución de forma oral a la mascota. También puedes inducir el vómito del perro con agua con sal o con un poco de mostaza.

Chequea las mucosas del perro y toma su temperatura. Si tienes la posibilidad de conseguir carbón activado (un gramo de polvo seco por cada medio kilo de peso corporal), podrás dárselo para evitar la absorción de la planta en el estómago del perro.

Recuerda que al tratarse de una planta tóxica muy fuerte, el perro podría necesitar hospitalización por un lapso de tiempo desconocido. Cualquier opción requerirá paciencia y entender el caso que se presenta con la mayor planificación posible. El médico veterinario te guiará en el proceso de curación. Debes confiar en él, ya que es un profesional formado para sanar perros.

No está de más revisar todo el jardín para cerciorarse de que no hay más palmera sagú en el interior de la casa ni en las afueras.

¿Quieres saber más sobre plantas tóxicas para perros y sus tratamientos? Visita Dogalize y entérate de todo sobre el mundo de las mascotas.