El perro de Pavlov
¿Has escuchado la frase que habla sobre el perro de Pavlov? Sí, es muy frecuente. Se hizo famosa luego de los experimentos realizados por Iván Pavlov, un fisiólogo de Rusia que en los años de 1900 se hizo notable en la comunidad científica. Este científico fue el pionero en los estudios sobre el condicionamiento clásico.
Para aquellos que no saben de qué se trata esto, el condicionamiento clásico es un tipo de aprendizaje que consiste en la asociación de un estímulo neutro con la aparición de un evento específico. Gracias al condicionamiento clásico, muchos perros (y humanos) pueden aprender rutinas diarias. De allí que la frase referida al científico Pavlov se haya hecho famosa.
Salivar como el perro de Pavlov
La historia es muy famosa en el mundo de la ciencia, y hoy, en la cultura popular. Gracias a los estudios realizados por Iván Pavlov se pudo comprobar que al colocar alimentos o sustancias ácidas en la boca de un perro hambriento, éste puede comenzar a salivar. También se pudo comprobar que un perro era capaz de salivar con sólo oler o ver el alimento, y más aún, hacerlo cuando la persona que lo iba alimentar se acercaba. Así, Pavlov pudo comprobar que existía un vínculo entre el estímulo y la respuesta que daba el perro. De esa manera se incorporó un estímulo totalmente neutro (nuevo) en el proceso, como fue el sonido de una campana. Luego de varias semanas, Pavlov hacía tocar una campana para luego dar de comer al perro. Esto lo realizaba de manera inmediata. Al cabo de un tiempo, el perro era capaz de salivar tan solo con escuchar el sonido de la campana. ¡Increíble!
Con este descubrimiento gracias al perro de Pavlov se pudo conocer que la salivación del animal ante la comida era una respuesta incondicionada, pero cuando el perro salivaba después de escuchar la campana, la salivación fue una respuesta condicionada. Este experimento cambió el mundo de la ciencia por completo.
El perro de Pavlov: frase para la historia
Sí, «salivar como el perro de Pavlov» es una frase que pasó al lenguaje común y comenzó a ser utilizada en otros contextos. Actualmente significa salivar con tan solo oler una deliciosa comida.
Iván Pavlov pasó a ser una eminencia en el mundo de la psicología y la fisiología. Sus experimentos le hicieron ganador del Premio Nobel en el año de 1094. Sus aportes sirvieron para darle a la psicología una extensa cantidad de información que hoy en día es estudiada en todo el mundo. Los perros han formado parte de varios descubrimientos científico y sin duda, éste es uno de los más notables.
¿Alguna vez has salivado como el perro de Pavlov al oler una rica comida? Si quieres leer más reportajes o noticias como ésta, entra en Dogalize y sobre el maravilloso mundo de los perros.