
Perro checoslovaco
El perro checoslovaco es una raza de perros de reciente aparición. Sus orígenes se pueden ubicar más o menos a mediados de los años de 1950. Se llevó a cabo un experimento en la antigua Checoslovaquia con el cual se buscaba cruzar un lobo de los Cárpatos, con un perro pastor alemán. Se buscaba obtener perros que tuvieran el temperamento, la estabilidad mental y la buena capacidad de entrenamiento del pastor alemán, pero con la fuerza, la estructura corporal y la resistencia de los lobos. El resultado fue un conjunto de cachorros que podían reproducirse de manera satisfactoria. Para el año de 1965 se dio comienzo a la cría de esta nueva raza. Un poco más tarde, en 1982, esta raza ahora llamada Perro Checoslovaco fue reconocida formalmente. Goza de buena popularidad.
Perro Checoslovaco: características
El perro checoslovaco es un perro de mediana-grande estatura. Su talla grande, se destaca con una altura a la cruz entre los 60 y 65 centímetros. Su peso varía entre los 20 y 26 kilogramos. Tiene una estructura similar a la de un lobo, es corpulento, fuerte y cuadrado. Su pelaje es recto y adherente, denso y abundante en invierno logra cambiar luego para adaptarse al verano. Posee un manto que puede variar en diversas tonalidades de gris.
Es un perro de vitalidad, belleza y fuerza que mantiene varias características propias del lobo, como una cabeza en forma de cuña o una cola de inserción alta. Su flexibilidad es notable, apta para distintas labores de campo.
Perro checoslovaco: carácter
El perro checoslovaco es un perro de una gran lealtad. Su temperamento es fuerte, independiente y salvaje. Puede desarrollar una gran fidelidad con su dueño, así como importantes niveles de disciplina que le permiten realizan una amplia gama de labores. Su carácter es activo, intrépido, rápido y valiente. Su herencia lobuna lo hace un perro muy resistente, ideal para el trabajo. Puede ser un poco tímido y desconfiado, propio de su herencia cazadora y no doméstica, lo que hará que necesite un poco de tiempo para adaptarse a la presencia de extraños en casa. Si recibe un buen adiestramiento canino desde cachorros, estas características pudieran no ser un problema para su socialización más adelante.
Cuidados
Es importante tener algunas consideraciones especiales con esta raza: el pelaje debe tener un cuidado sencillo en verano, mientras que en invierno es importante cepillarlo incluso a diario. Al igual que muchos perros, el perro checoslovaco necesita ejercitarse diariamente para poder mantener una buena salud, tanto física como mental. No es recomendable la inactividad extrema para esta raza (ni para ninguna). Los paseos y juegos que fomenten la estimulación mental y el ejercicio activo moderado son lo ideal.
En líneas generales es un perro sano, aunque algo propenso a algunas enfermedades como la displasia de cadera canina. La supervisión médica veterinaria periódica ayudará a mantener vigilado es estado integral de salud del perro.
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