El perro de San Roque
Historias sobre perros hay en variedad. La historia de El perro de San Roque es una de esas historias que perduran por los siglos. Se trata de un personaje que casi siempre acompaña las representaciones de este santo. Se vincula con los cuentos populares de tradición católica que se encuentran en España y Francia. Actualmente este santo también es reconocido como un patrón de los animales (particularmente los perros) y también como un gran defensor de las epidemias o enfermedades asociadas con la peste.
Algunas veces los personajes famosos tienen la compañía de mascotas fieles y bondadosas. Con la historia del perro de San Roque son varias las curiosidades sobre el acompañante canino de este santo.
El perro de San Roque: recordando un poco
Para tener un contexto, San Roque fue un curandero y defensor de los pobres del siglo XIV. Nació en Montpelier y luego de que sus padres fallecieron, se dedicó a peregrinar, predicar el evangelio y curar a los enfermos. Eran tiempos de calamidades y aprietos, ya que en esos años se expandía la devastadora peste negra que asoló Europa. Esto hizo que se convirtiera en una gran referencia para la protección frente a ese tipo de epidemias.
Algunos historiadores cuentan que el santo llegó a contagiarse de esa enfermedad, por lo cual decidió aislarse en una cueva para no poner en peligro a quienes lo rodeaban. Un perro empezó a ir diariamente a su cueva con un pedazo de pan para proveerlo, ayudándolo a superar la enfermedad y recuperar sus fuerzas. Así fue como el perro de San Roque se convirtió en protagonista de varias historias y canciones infantiles que todavía hoy se recuerdan.
El perro de San Roque: ¿qué sabes sobre este perro?
Existen varias historias sobre el perro del santo. Una de ellas afirma que el perro de San Roque indica que el mismo ha perdido su rabo. De hecho, una famosa canción infantil comienza con la siguiente estrofa: “el perro de San Roque no tiene rabo, porque Ramón Ramírez se lo ha cortado”.
Existen algunas explicaciones al respecto, según la canción, Ramón Ramírez es un ladrón que le amputa el rabo al canino. Otros cuentos indican que unos siglos después de la muerte de San Roque, en una nueva epidemia ocasionada por la peste, un curandero ofrecía un remedio que tenía entre sus ingredientes, ralladura de la estatua del perro de San Roque, el éxito de su remedio finalmente hizo desaparecer el rabo del perro. Esta estatua es una obra de Victor Quintanilla y permanece en la glorieta de Cuatro Vientos, en la entrada de la ciudad de Cádiz en España desde 1998. Interesante, ¿no? El nombre de este perrito compañero era Melampo, y fue el compañero del santo durante muchos años.
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