Anorexia del gato: Una alarma que no debes dejar pasar.

Anorexia del gato

Anorexia del gato: Una alarma que no debes dejar pasar.

Anorexia del gato – La anorexia del gato es un síntoma derivado de varios problemas como: fisiológicos, neurológicos o emocionales, por lo que requiere que su dueño lo atienda rápidamente.

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La anorexia del gato se observa a través de la pérdida de apetito hacia la comida y una considerable pérdida de peso en un tiempo muy rápido. A veces los dueños no se dan cuenta porque el gato deja de comer poco a poco hasta que llega un día que no come más, cuando eso sucede, es una alarma que no se debe desatender y hay que llevar a la mascota a un veterinario de manera inmediata.

La anorexia del gato puede manifestarse en la falta de inanición completa o la hiporexia que es la disminución del apetito. Ambas son motivos inmediatos de consulta. Los felinos necesitan comidas ricas en proteínas, sobre todo las procedentes de la carne, ya que el gato es un gran carnívoro, y sin ésta, su mascota puede sufrir de atrofia muscular, debilidad y caída del pelaje y además pudiera sufrir de lipidosis hepática.

Aunque no lo crea la anorexia del gato es un motivo de consulta habitual. Casi el 90% de los gatos son llevados a la consulta veterinaria por esta situación. El veterinario es quien puede realizar un diagnóstico adecuado, conocer el motivo y atender esta situación para revertirla. Junto con la anorexia también pueden aparecer otros síntomas asociados, tales como: vómitos, diarrea regurgitación, problemas traumatológicos, problemas el aparato digestivo, problemas renales, entre otros.

La anorexia del gato puede ser provocada por otros motivos relacionados a su emocionalidad, por ejemplo: cuando se realizan mudanzas, cuando hay cambios en su rutina, cuando traen a otro gato o a un perro a su hogar, o más bien la pérdida de su compañero de juegos, cambio de dueño, esto pudiera causarle estrés y hace que el gato deje de comer, cuya manifestación es una expresión de su malestar. También puede darse como consecuencia de un trauma relacionado con la comida, un nuevo alimento, la administración de medicamentos vía oral, ruidos, olores repugnantes, agresiones físicas y presencia de personas ajenas a su cotidianeidad. Y si su gato tiene problemas odontológicos debido a la pérdida de piezas dentales, evidentemente esto ocasionará que se alimente cada vez menos.

En algunas ocasiones, cuando la anorexia del gato es severa, debe ser atendida por una alimentación asistida en caso bajo orientación de su veterinario. Se utiliza una sonda colocada desde la nariz hasta el estómago. Es fácil de colocar, o requiere sedación ni siquiera para retirarla, no genera dolor y permite que se le garantice alimentación a su mascota durante 3 a 5 días.

Sin embargo, esta sonda no debe utilizarse cuando tu mascota tiene daño en el esófago, lesiones faciales o secreciones nasales abundantes. Además, es muy importante tener en cuenta que no debe utilizarse más de 7 días.

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