
Gato romano: un gran amigo para la familia
Gato romano – es un felino que puede llegar a ser un poco arisco con extraños. Pero con sus dueños es un manantial de ronroneos y ternura. Conozcamos sus características.
El gato romano es un ejemplar muy hermoso. Con su altiva mirada y ese pelaje que lo caracteriza. Su carácter suele ser cándido y amistoso con sus dueños cercanos y posee una gran tolerancia con los niños pero lo son tan pequeños. Es muy juguetón y activo durante las horas del día mientras se esté atento a él. En las horas de la noche posee un gran instinto cazador, por lo que no será raro que se oigan ruidos en la casa, durante esas horas, por su gran espíritu aventurero.
Gato romano: ejemplar de un continente
El gato romano, también se le conoce como gato común europeo. Y es que por el tiempo de los emperadores romanos, sus habilidades para la caza y para mantener a raya a las plagas, era muy famosa y por eso mantuvo un lugar de honor entre los felinos. Existen otras variedades del gato romano o european shorthair, como lo es el british shorthair (gato común de Gran Bretaña) y el American shorthair (gato común americano). Estos felinos guardan muchas similitudes entre ellos, la principal, es el pelaje corto. Y es que el gato romano, simboliza a todo un continente, porque se le puede encontrar, con sus respectivas diferencias a todo lo largo y ancho del continente europeo.
Gato romano: más resaltantes características
Las características más resaltantes del gato romano son el color del pelaje, los ojos y el peso. Ya que puede llegar a ser un gato bastante grande, de entre 3 a 5 kilos y medio. Es un animal fuerte, que puede ser bastante corpulento, con un fuerte pecho y cuello ancho. Ojos grandes y redondeados, que pueden ser amarillos, verdes o grises, dependiendo del color de su pelaje. Por otro lado está el color de su pelaje. Puede ser atigrado, con grandes manchas anaranjadas en todo el cuerpo. También pueden ser bicolor, tricolor y monocolor. Todas esas tonalidades son variaciones de los mismos colores: amarillo, naranja, blanco, gris y algo de negro.
El gato romano es un felino que siempre está atento a seguir su espíritu aventurero y por eso es importante que si se le va a dejar en un patio o jardín muy grande es seguro que suceda una de dos coas. La primera es que se escape. Muy probablemente no de manera permanente pero si es posible que desaparezca por un par de días. Lo que requerirá una visita al veterinario, para descartar que haya contraído alguna enfermedad típica felina. Y lo segundo que puede ocurrir es que empiece a llevar a casa “regalos”. Presas muertas que quizás haya cazado y que le lleve a casa como muestra del aprecio que siente por su amo. Ambas son situaciones que se tienen que saber manejar para evitar que se repitan o que puedan generar conflictos en el hogar. Los que tienen esta raza de gatos, coinciden que ese espíritu aventurero descansa, una vez que ha sido esterilizado. Pero esa decisión es enteramente personal de cada dueño de un gato romano.
Gato romano: temperamento y comportamiento
El temperamento del gato romano o gato común europeo posee un gran espíritu. Siempre dispuesto a conocer ambientes nuevos y hacerse dueño de todos. Posee una gran inteligencia, es astuto e independiente. Prefiere los espacios abiertos, aunque siempre volverá a su hogar, probablemente con alguna presa que ofrecer a sus dueños, como muestra de su amor por ellos. Su gran agilidad mental y su inteligencia, además de su gran sentido de la independencia, hace del gato romano, el ideal para familias con niños o para parejas activas. Tiende a identificarse con la calidad de afecto que se le brinde. Dueños que sean muy afectuosos, tendrán en el gato romano un cariñoso compañero peludo. Si por el contrario son más bien autónomo con cariños esporádicos, el gato se comportará igual. Aunque estos no significa que le quiera menos. Si no que ha desarrollado un sistema de desapego más fuerte que los dueños más afectuosos.
Gato romano: en la salud
En general el gato romano gozará de buena salud, gracias a un sistema inmunológico fortalecido por años de evolución y por su naturaleza misma. Siendo estos descendientes de los gatos monteses y de los felinos de jungla. Su robustez y fuerza lo hace un gato muy longevo. Llegando a vivir hasta 15 años o más, con los cuidados básicos necesarios y las visitas regulares al veterinario para chequear vacunas y estado de salud en general.
Sin embargo, al ser un felino podría sufrir de algunas enfermedades, que aunque no son relacionadas con la raza, es posible que las padezca sin la asesoría médica correspondiente. Enfermedades como alergias, problemas renales y de corazón y algunas otras. Todo esto es evitable con las debidas visitas al veterinario para que tome registros de vacunación y de la salud en general del felino, así podría determinar, en caso de enfermar, si es un caso grave o es algo pasajero y/o tratable.
El resto de los cuidados del gato romano, son bastante estándar. Se debe cepillar su pelaje, para mantenerlo limpio y aseado de insectos o pulgas. También es necesario que tenga a la mano fuentes de agua limpia y a su alcance. Asimismo con la alimentación, son gatos que tienden a la obesidad asique mantenerlos con planes dietarios saludable siempre será una buena opción. Una manera de mantener estos planes dietarios es acostumbrarlo a comer una o dos veces al día, Así solo pedirá su alimento para gato en esos momentos. Otro de los trucos que se pueden mantener en casa para el minino, es un rascador. Sobre todo si es de los felinos que le da por clavar las garras en todo, perjudicando los muebles, cortinas y demás, enseres del hogar. Los gatos no son fan de todo tipo de texturas, así que se debe ir probando, además en el mercado mascotero, hay infinidad de rascadores muy eficientes.
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