Deshidratación en gatos: el problema del verano

Deshidratación en gatos

Deshidratación en gatos – La deshidratación en gatos es un problema mayúsculo cuando se avecinan las temporadas más calurosas del año. Es así que los dueños se deben mantener atentos a los cambios de comportamiento en sus felinos. Ya sea jadeos constantes, desmayos o vómitos. Acudir al veterinario en esos casos es de vital importancia para evitar males mayores y que el animal sufra sin necesidad.

Deshidratación en gatos: síntomas más frecuentes

La deshidratación es gatos es un hecho que representa gran peligro para la salud en general del animal, ya que mantener su organismo alerta y capaz de valerse por sí mismo, es el rol que cumple  mantener los niveles de hidratación y alimentación en lo óptimo. Un gato deshidratado es más proclive a enfermarse, a las diarreas y a los vómitos; por consiguiente también a adquirir posibles bacterias  o virus, por su misma condición de fragilidad.

Algunos de los síntomas más frecuentes de la presencia de deshidratación en gatos son: temperatura corporal elevada, frecuencia cardiaca elevada, jadeos y estos son sólo lo síntomas cuando es leve la deshidratación. En presencia de una deshidratación más severa se verán síntomas como ojos hundidos, falta de elasticidad en piel, letargos e inapetencia. Una de las maneras más rápidas para conocer el nivel de deshidratación de un felino es verificar sus encías. Deben lucir un color rosa uniforme y vivo, además de lucir húmedas; y al presionarlas deben volver rápidamente a su color rosa. De no ser así, estaría en presencia de un nivel de deshidratación bástate avanzado por lo que acudir al veterinario debe ser prioridad.

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Deshidratación en gatos: ¿qué hacer en estos casos?

En caso de que ya haya los primeros indicios de haber deshidratación, lo primero que se debe es tratar la bajar la temperatura del animal, se puede envolver al felino en un toalla fría. Luego acercarle a la fuente de líquido y esperar que este se anime a beber de la misma. En caso que el animal ya no quiera beber, por no tener fuerzas y luzca desmayado, lo más recomendable es recurrir rápidamente al veterinario. Es él quien sabrá cómo actuar en estas circunstancias y lograra reestabilizar y reanimar al animal.

Ya al evidenciar un comportamiento errático en el gato, es vital para la vida del animal, asistirle con tratamiento médico para que sea el médico el encargado de establecer el nivel de deshidratación y actuar en consecuencia. Por otro lado, los dueños deben cerciorarse de que sus gatitos tengan siempre a su disposición, fuentes de agua limpia y fresca; y estás deben estar a resguardo en la sombra. Recordar que los animales pequeños como los gatos tienden a deshidratarse de manera muy rápida, lo cual es muy peligroso para sus riñones e hígado.

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